Desde hace tiempo quería volver a escribir sobre temas en los que estoy investigando/trabajando y qué mejor oportunidad que colaborando para la comunidad de Agile Perú.
El jueves 6 de julio en las oficinas de Microsoft Perú, Ángel Medinilla nos habló de una manera muy simple y muy apasionada sobre cómo se está llevando el agilismo hoy en día y como indica Ángel es necesario volver a los principios, a la esencia del agilismo. Ángel hace una jocosa evaluación del estado actual de algunas empresa, así como también del purismo dentro del pensamiento ágil, donde si todo no es perfecto entonces está mal, porque no es 100% ágil. En donde si en una empresa o equipo teníamos cero agilidad y después de un tiempo ya se avanzó con un porcentaje, entonces no tendríamos que ser tan críticos o duros con las práctica que están realizando.
Hoy en día muchas empresas se jactan de hacer agilismo solo por el simple hecho de tener equipos que tienen roles scrum y hacer las ceremonias que dicta el libro; por ejemplo algunas empresas cambian a los project manager de título para que ahora sean product owner lo cual no quiere decir que no pueda existir este cambio, pero si solo es a nivel de título y no de mindset(con el debido coaching) ligado a la forma de trabajar entonces no hay cambio como tal. En este contexto en el que no existe un cambio real; los requisitos se siguen dando como tal y las reuniones siguen siendo más para control, los equipos se llenan de post-its implementando funcionalidades que los clientes no necesitan, donde las energías están centradas en hacer ágil para que decir que somos ágiles más que entregar valor al cliente y hacerlo feliz.
En la medida que las prácticas ágiles se hagan para resolver un problema existente entonces estamos usando el agilismo de manera correcta, el solo hecho de seguir alguna práctica ágil solo por seguirla cuando puede ser que no sea necesario si el equipo ya tiene madurez en ese aspecto.
Angel define el corazón del agilismo en 4 principios:
1) Entrega de valor temprana y continua. Esto es trabajar enfocado en entregar valor, no pensando en proyectos grandes donde se entregaba todo al final de todos los tiempos y cuando salía el mercado este producto ya está desfasado, sino pensar en ir sacando al mercado características de un producto de manera continua, esta situación es la que nos brinda una mejor oportunidad para tomar decisiones tempranas sobre el rumbo del producto según como reaccione el mercado.
2) Adaptación. El cliente tiene que estar dentro de la ecuación del agilismo que se usa para crear productos innovadores, esto se logra recibiendo feedback constante del cliente de qué características le da valor y cuáles no. El equipo tiene que ser capaz de adaptarse ante estos cambios.
3) Equipos de alto rendimiento. Cuando las soluciones se implementan tomando en cuenta a todo el equipo es donde salen las ideas más innovadoras, donde no existen gurús que dicen como se tienen que hacer las cosas sin importarle la opinión de los demás. Los más grandes productos han sido creados por equipos altamente motivados. La motivación y la felicidad en el equipo es vital, es recuperar el sentido de tribu.
4) Mejora continua. Tenemos que pensar que siempre podemos mejorar estemos en el punto donde estemos, cortar con el pensamiento que “estamos muy bien, ya hemos llegado a nuestro pico”; salir de esa zona de confort y pensar que es lo que podemos mejorar para cumplir nuestro objetivo, celebrando cada mejora que logremos.
Después de escuchar a Ángel, lo que queda en uno es darse cuenta que la nueva agilidad no es más que la vieja agilidad, es todas las practicas ágiles como scrum, xp, kanban, etc. Lo que ha pasado es que de un tiempo a ahora es importante reflexionar y preguntarse: “¿Por qué estamos haciendo esto?” y volver a los principios con la misma pasión con que empezamos nuestro camino en el mundo del agilismo.
Esto es el corazón del agilismo.
Autor: Juan Rojas
Me encantó y siempre me quedo una frase y me gusto mucho: ¿Por qué estamos haciendo esto?